SYDNEY (Reuters) – Científicos del norte tropical de Australia están
recogiendo sangre de cocodrilos con la esperanza de desarrollar un potente
antibiótico para humanos, después de que las pruebas mostrasen que el
sistema inmunológico de los reptiles elimina el VIH.
El sistema inmunológico de los cocodrilos es mucho más fuerte que el de los humanos, previniendo las infecciones que ponen en peligro la vida tras
las brutales luchas territoriales que frecuentemente dejan a los animales
con heridas abiertas y sin extremidades.
“Se desgarran las extremidades unos a otros y pese al hecho de vivir en
este ambiente, con todos esos microbios, se curan muy rápidamente y
normalmente casi siempre sin infecciones”, dijo el científico
estadounidense Mark Merchant, quien ha estado recogiendo muestras de
sangre de cocodrilos en el Territorio Norte.
Los estudios iniciales del sistema inmunológico de los cocodrilos en 1998
encontraron que varias proteínas (anticuerpos) en la sangre de los
reptiles mataron bacterias que eran resistentes a la penicilina, tales
como la ‘Staphylococcus aureus’ o el estafilococo dorado, dijo el martes a
Reuters el científico australiano Adam Britton. Fue también un
exterminador más potente del VIH que el sistema inmune de los humanos.
“Si coges un tubo de ensayo de VIH y añades suero de cocodrilo tendrá un
mayor efecto que el suero humano. Puede matar a un número mucho mayor de
organismos virales de VIH”, dijo Britton, desde el parque de cocodrilos
Darwin, un parque turístico y centro de investigaciones.
Britton dijo que el sistema inmunológico de los cocodrilos trabajó de
forma diferente al sistema de los humanos atacando directamente a las
bacterias de forma inmediata cuando ocurría una infección en el cuerpo.
“El cocodrilo tiene un sistema inmune que ataca a las bacterias, las
aparta y las revienta. Es como poner una pistola en la cabeza de la
bacteria y pulsar el gatillo”, dijo.
Durante los pasados 10 días, Britton y Merchant han estado recogiendo
cuidadosamente sangre de cocodrilos libres y en cautiverio, tanto de agua
salada como dulce. Después de capturar un cocodrilo y cerrar su poderosa
mandíbula, los científicos extraen sangre de una gran vena existente
detrás de la cabeza.
Los científicos esperan recoger la suficiente sangre de cocodrilo para
aislar los poderosos anticuerpos y con el tiempo desarrollar un
antibiótico para uso humano.
“Puede que seamos capaces de tener antibióticos orales, potencialmente
también antibióticos que puedan usarse en las heridas, digamos que en las
heridas, digamos por ejemplo por úlceras diabéticas; los pacientes
quemados suelen tener la piel infectada y cosas así”, dijo Merchant.
Sin embargo, el sistema inmune de los cocodrilos podría ser demasiado
poderoso para los humanos y puede que tenga que ser sintetizado para el
consumo humano.
“Hay mucho trabajo que hacer. Puede que lleve años antes de que podamos
llegar a una etapa en la que tengamos algo para el mercado”, dijo Britton.
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