El cáncer es un grupo de enfermedades causantes de muchos casos de morbilidad y mortalidad en niños y adultos. Figura entre las primeras 10 causas de mortalidad en la población de México y el mundo, lo que lo constituye como un problema de salud pública.
Los cánceres se originan por la proliferación y diseminación fuera de control de clones de células que se transformaron en malignas.
La mortalidad del cáncer está determinada por factores como:
Actividad proliferativa descontrolada
Resistencia de las células cancerosas a la muerte apoptótica
Capacidad de las células tumorales a invadir los tejidos del paciente.
Capacidad de generar metástasis a distancia.
Existe un termino inmunológico que es la “vigilancia inmunológica” en el cual se refiere a que nuestro sistema inmune (inmunidad innata y adaptativa) es capaz de reconocer y destruir células transformadas antes de que se transformen en tumores, esta teoría cobra mayor importancia en los tiempos actuales al reconocer la importancia de la respuesta inmune en este tipo de padecimientos.
A través de los tiempos, se ha usado el Factor de Transferencia solo o como coadyuvante en la lucha contra el cáncer, se ha observado que tiene mejor efecto cuando se usa como coadyuvante a tratamientos convencionales como cirugía, quimioterapia o radioterapia, en general se ha observado que al usar el Factor de Transferencia de forma paralela trae un mejor pronóstico o incluso en etapas terminales se ha observado una mejor calidad de vida del paciente, es decir la etapa en que se encuentra la enfermedad es crítica por lo que hace patente mencionar que la detección oportuna es sumamente importante.
Lo anterior pareciera necesario, es decir independientemente de la terapia a utilizar también se debe acompañar de algún proceso que enseñe o active las células de la respuesta inmune para aumentar o recuperar su capacidad de eliminación de células cancerosas, y esto es lo que se ha visto al usar el Factor de Transferencia activa clonas linfocitarias que juegan un papel muy importante para destruir las células cancerosas.
Otro efecto que se han señalado pacientes con radioterapia o quimioterapia, es que si los pacientes toman Factor de Transferencia antes y después del tratamiento (sea radioterapia o quimioterapia), sienten menos efectos secundarios que si no lo llegaran a tomar, esto tal vez por lo que se ha visto de que el Factor de Transferencia ayuda en la regeneración de células hematopoyéticas.
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